José Agustín Goytisolo dedicó a su hija el que después sería su poema más conocido: Palabras para Julia, del que además hicieron versiones musicales Los Suaves y Paco Ibáñez. Un poema asombrosamente doloroso en su intento por dar a su hija un aliento que finalmente parece que él no logró encontrar.
Palabras para Julia de José Agustín Goytisolo es un emblemático poema de la existencia humana y de la voluntad de permanecer. No solamente se trata de palabras que hacen alegorías al sentido inquebrantable de la vida, son también palabras que dignifican la existencia en medio de todas las debilidades y contradicciones humanas, palabras que tranquilizan el Ser que en ocasiones se ve agitado por las caídas y las discrepancias del destino.
La poesía reanima temporalmente para volver a creer, con versos que se han constituído en la voz de una generación brindando esperanzas en una época difícil y que musicalizado en la voz de Paco Ibáñez llegó a todos los corazones de España y Latinoamérica y convirtiéndolo en voz de resistencia contra las dictaduras revitalizando las esperanzas y despertando la voluntad de permanecer existiendo con grata expectativa de porvenir. Es una poesía de esperanza y ánimo.
Dedicado a Julia, hija del poeta, quien además lleva el nombre de su abuela. Julia, la madre de José Agustín Goytisolo, desapareció siendo él aun muy pequeño como producto de un bombardeo franquista, nunca vio su cuerpo y lo único que recibió fue una bolsa de regalos que ella cargaba en ese momento para el y sus hermanos. Una huella de dolor quedó grabada en su conciencia y en la de sus hermanos, los también escritores Luis y Juan. Con ellos mantuvo unas relaciones tensas, marcadas por cierta competitividad, que se dirimía tanto en el seno familiar como en el plano literario. El propio Juan reconoció en el libro de Miguel Dalmau Los Goytisolo que José Agustín fue una especie de hijo destronado por su padre. Y es que al morir el mayor de los cuatro hermanos, Antonio, a causa de la meningitis en el 27, fue puenteado por su padre, que jamás le trató como al primogénito.
Le toca vivir en un gobierno que aplasta y persigue toda ideología en contra de sus intereses o toda palabra de libertad. Forma parte generación de grandes poetas y novelistas (García Hortelano, Martín Gaite, Martín Santos) comprometidos contra la dictadura, socialistas o compañeros de viaje algunos años del clandestino Partido, pero también terriblemente comprometidos con la vida: noctámbulos, bebedores, bohemios, liberales todos ellos; sexo, alcohol y vida. Pocos poetas tan ajenos al academicismo.
Característica de su obra es la recreación del propio entorno (personal, familiar, social) expresada a través de registros que van desde la denuncia seca hasta la ironía y la sátira: el autor contempla el mundo que le rodea desde una perspectiva extremadamente crítica, presentada con frecuencia a través de registros del humor, lo cual es una de las constantes de su producción. Esta denuncia se llena de energía y sarcasmo cuando se refiere a las realidades sociales más próximas al propio escritor, en especial cuando trata de los usos y costumbres de la burguesía.
Como una de las ironías de la vida José Agustín Goytisolo se precipitó desde una de las ventanas de su domicilió barcelonés el 19 de marzo de 1999. Las circunstancias nunca quedaron esclarecidas de manera definitiva. ¿Hubo voluntad suicida? Esa es la cuestión que todavía gravita en torno a aquella despedida. Algunas personas de su círculo íntimo afirmaron que el poeta atravesaba una de sus crisis depresivas, por lo que el accidente parecía quedar descartado. Sin embargo, algunos de sus familiares han negado rotundamente esa posibilidad. Advertían que era un hombre muy preocupado por el orden doméstico y que su en el momento del percance no hacía otra cosa que intentar arreglar la ventana desde la que se despeñó. “Estaba muy ilusionado con los recitales que preparaba junto a Paco Ibáñez”, explicó a los diarios españoles Pedro Valicur, casado con Julia Goytisolo, la hija a la que dedicó el célebre poema Palabras para Julia.
Palabras para Julia
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.